1.8.08

No paseis por alto a los genios. Parte 1 de 3

Aaaaaaayyy (suspiro después de 6 segundos de risa loca)

Por azares del destino, después vivir mis primeros 4 años de vida en Valle Verde, nos mudamos a una inverosímil vida en el lugar mas extraño del mundo. La Colonia Santa Cecilia.

No me acuerdo la fecha en que llegamos, lo que si puedo asegurar es que desde que llegué, no recuerdo haber vivido en ninguna parte del mundo, una experiencia siquiera cercana a los sucesos de una tarde cualquiera en mi banqueta.

Aparte de la inexplicable fauna que existe en los alrededores (el gato chuy con peinado natural estilo mohawk... pajaros carpinteros... gatonejos... víboras... gallos de pelea... gallinas negras para brujería... un pajaro de raza desconocida que canta la tonada de La Abusadora...) lo que le pone el toque especial es el capital humano.

Sin mentir ni exagerar así rapidito les adelanto que en mi cuadra hay 4 personas con trastornos psicológicos serios, 9 maestros (contando un exdirector ahora taxista por hobbie), 2 conductores de televisión, una huerta, 1 alcohólico  (el otro se murió en octubre pasado), 2 músicos (uno de ellos es el alcohólico), un consultorio clandestino, una tostadería, una tortillería, un despacho de abogados, (que nunca está abierto) un despacho contable y en la esquina la puerta de la Esc. Prim. Urb. Fed. Gral. Ingacio Zaragoza.

No les cuento lo demás, ese es escenario suficiente para que entiendan porque me es facilísimo divertirme horas y horas...

Para colmo de males, la casa enseguida de la mía por caprichos de la vida es una especie de casita del árbol. Desde que tengo memoria, ahí fue el centro de reunión obligatorio después de la escuela... reuniones que terminaban (para mí, porque me metían) a las 10pm.

Hace poco hicimos cuenta de cuanta gente se junta ahí y llegamos a 87, claro, no están todas ahí juntas, pero al cabo de una semana es la cantidad de gente que puedes llegar a ver. Ese número es reciente, si le sumamos a los de la secundaria y demás arrimados, facilmente superamos los 100.

En una historia que no les interesa y mucho menos incumbe, Beto y Enrique (llamémosles así) quedaron a cargo de esa casa, y a partir de ahí, la locura se disparó en un 600%

Pero antes de empezar a llorar de nostalgia, voy a platicar de una de las joyas más grandes de este crew: EL CHINTO (en honor a Chinto el Violento, personaje horrible de Pedro Armendariz Jr)

Entre sus cualidades más chic están el romperse focos en la cabeza, imitar a Capulina, ser palero en trucos de prestidigitación e hipnotismo, albañil media cuchara, baterista de metal, cocinero de Popeye's, escritor, guerrillero frustrado, alcohólico, defensor férreo de la Cuba Comunista, aparentemente trastornado sexual y siempre trae un lonche en la(s) bolsa(s).

No voy a contar de cuando finje ser analfabeta. No tienen tanta suerte.

Pero en la parte 2 contaré la faceta que nos cambió la vida a varios: Chinto y El Satanismo.

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